EL HOMBRE Y SU TRABAJO
Muchos han escuchado que el trabajo es una maldición… “por culpa de Adán tenemos que trabajar”. En realidad Adán trabajaba antes del juicio de Dios sobre él y sobre la raza humana por causa del pecado (Génesis 2:15).
Los invito a considerar 6 BENDICIONES que a través del trabajo Dios nos da a los hombres:
LA BENDICIÓN DE PRODUCIR (Génesis 1:28; 2ª Tesalonicenses 3:7-11)
Cuidado con el andar desordenado. ¿Si viviéramos en el huerto no tendríamos que trabajar ni estudiar?
Es diferente “si alguno no trabaja” a “si alguno no quiere trabajar”
LA BENDICIÓN DE PROVEER (1ª Timoteo 5:8)
Es nuestra responsabilidad (de hombres); la hombría se muestra en esto.
LA BENDICIÓN DE PROCLAMAR (CON PALABRAS Y CON EJEMPLO) (Filipenses 2:15; Mateo 5:16 y Romanos 2:24)
Tenemos la oportunidad de introducirnos en el terreno enemigo y mostrarle al mundo a luz.
Tenemos el mandamiento de realizar nuestro trabajo no para los hombres sino para Dios (Efesios 6:5-8)
LA BENDICIÓN DE PROGRESAR (Proverbios 10:4, 22; 1ª Corintios 9:7-10; 1ª Tesalonicenses 2:9)
Dios nos concede el privilegio de ir progresando, de manera honrada, a través de nuestro trabajo. Lleva tiempo, pero hay placer en esto. Sin embargo, siempre debemos tener cuidado de confiar en nuestro trabajo y no confiar en Dios.
LA BENDICIÓN DE PERPETUAR (Proverbios 1:8)
Nuestros hijos aprenden más con nuestro ejemplo que con nuestras palabras.
LA BENDICIÓN DE UN PROPÓSITO (Salmo 138:8)
La paz y la confianza de estar haciendo la voluntad de Dios en el tiempo de Dios, según su propósito eterno.
¿Cuál es su misión en la tierra?
Muchos han escuchado que el trabajo es una maldición… “por culpa de Adán tenemos que trabajar”. En realidad Adán trabajaba antes del juicio de Dios sobre él y sobre la raza humana por causa del pecado (Génesis 2:15).
Los invito a considerar 6 BENDICIONES que a través del trabajo Dios nos da a los hombres:
LA BENDICIÓN DE PRODUCIR (Génesis 1:28; 2ª Tesalonicenses 3:7-11)
Cuidado con el andar desordenado. ¿Si viviéramos en el huerto no tendríamos que trabajar ni estudiar?
Es diferente “si alguno no trabaja” a “si alguno no quiere trabajar”
LA BENDICIÓN DE PROVEER (1ª Timoteo 5:8)
Es nuestra responsabilidad (de hombres); la hombría se muestra en esto.
LA BENDICIÓN DE PROCLAMAR (CON PALABRAS Y CON EJEMPLO) (Filipenses 2:15; Mateo 5:16 y Romanos 2:24)
Tenemos la oportunidad de introducirnos en el terreno enemigo y mostrarle al mundo a luz.
Tenemos el mandamiento de realizar nuestro trabajo no para los hombres sino para Dios (Efesios 6:5-8)
LA BENDICIÓN DE PROGRESAR (Proverbios 10:4, 22; 1ª Corintios 9:7-10; 1ª Tesalonicenses 2:9)
Dios nos concede el privilegio de ir progresando, de manera honrada, a través de nuestro trabajo. Lleva tiempo, pero hay placer en esto. Sin embargo, siempre debemos tener cuidado de confiar en nuestro trabajo y no confiar en Dios.
LA BENDICIÓN DE PERPETUAR (Proverbios 1:8)
Nuestros hijos aprenden más con nuestro ejemplo que con nuestras palabras.
LA BENDICIÓN DE UN PROPÓSITO (Salmo 138:8)
La paz y la confianza de estar haciendo la voluntad de Dios en el tiempo de Dios, según su propósito eterno.
¿Cuál es su misión en la tierra?
Comentarios