Una advertencia: Mateo 12:36
“Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.”
¿Qué palabras ha usado en sus conversaciones de hoy? ¿De esta semana?
Luan Brizedinaq, psiquiatra inglesa, publicó un estudio que demuestra que en promedio, una persona habla cerca de 13,000 palabras por día.
¿Deberíamos poner cuidado a lo que hablamos?
1. LAS PALABRAS Y EL CARÁCTER. Proverbios 10:11. Lo que decimos revela lo que somos. Ejemplo: el lenguaje técnico de cada profesión (uno puede saber con quién está hablando por la clase de lenguaje usa).
Mateo 12:34. El corazón es donde se forja el carácter y el carácter es el que motiva las palabras.
NACESITAMOS ALIMENTARNOS DE LA PALABRA DE DIOS Y BUSCAR LA DIRECCIÓN DEL ESPÍTITU SANTO. ENTONCES, NUESTRO CARÁCTER CRISTIANO Y NUESTRAS PALABRAS LO REFLEJARÁN.
2. LAS PALABRAS Y LAS CONSECUENCIAS. Proverbios 12:18. Las palabras producen efectos ≠ “El poder creador de las palabras”.
Sí hay poder en las palabras: para cortar y herir; para curar. ¡Cuidado con lo que un joven le dice a una señorita!
¡Cuidado con los chismes! Las palabras pueden hacer estragos o arreglar.
3. LAS PALABRAS Y LA COHERENCIA. Proverbios 26:24-25, 28. Nuestras palabras y acciones deben concordar; de lo contrario, nadie podrá confiar en nuestras palabras. Un padre debe enseñar a sus hijos con palabras y con ejemplo. El creyente, debe respaldar lo que dice en cuanto a su fe en Cristo con sus hechos; de lo contrario, el Nombre de Cristo será menospreciado. Nuestro testimonio frente al mundo puede tener dos tipos de efecto: Mateo 5:16 o Romanos 2:24 (que el Nombre de Dios sea glorificado o blasfemado).
LAS PALABRAS SON NECESARIAS PARA COMUNICARNOS; ASEGURÉMONOS DE MEDIRLAS PRIMERO.
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